Creció en una familia sin muchas posibilidades económicas, ya que su padre los había abandonado cuando Peggy contaba solamente con tres años de edad. Su madre se empleó como camarera para que su hija se matriculara y estudiara baile e interpretación.
Apreciando la belleza Peggy y su potencial como estrella cinematográfica, su madre la llevó a numerosos castings de Hollywood a finales de los años 30, aunque sin mucha fortuna volvería a su país natal.
La suerte cambiaría a principios de la década de los cuarenta, época en la cual Yvonne de Carlo comenzaría a participar en pequeños papeles en producciones cinematográficas como "Ruta a Marruecos" (1942), un film protagonizado por Bob Hope, Dorothy Lamour y Bing Crosby o "Por quién doblan las campanas" (1943), una película dirigida por Sam Wood que adaptaba la famosa novela de Ernest Hemingway.
Tras aparecer como objeto decorativo en personajes sin importancia en otros muchos títulos de la época, Yvonne conseguiría con su interpretación en "Salomé, la embrujadora" (1945), un film de Charles Lamont alcanzar el estrellato tan ansiado.
A partir de ahí, la morena actriz sería protagonista principal en numerosas películas, especialmente westerns y films de ambientación oriental como "La dama de la frontera" (1945), "Brute Force" (1947), un film carcelario dirigido por Jules Dassin; "La esclava del desierto" (1947) de Lamont; "Scheherezade" (1947) junto a Brian Donlevy; "El enmascarado" (1948) de George Sherman; "Casbah" (1948) de John Berry; "Río abajo" (1948) otra vez con Sherman y sobre todo, el clásico del cine negro realizado por Robert Siodmak, "El abrazo de la muerte" (1949) que co-protagonizaba con Burt Lancaster y con Dan Duryea, sin duda su mejor pelicula de los años 40.
Convertida en una de las reinas del technicolor no cesó de trabajar en toda la década de los 50, protagonizando destacados títulos como "Bucaneer's girl" (1950) y "The Desert Hawk" (1950) ambas de Frederick De Cordoba, "El piel roja" (1951) de Sherman, "Chacales del mar" (1952) de Jerry Hopper, "El capitán Panamá" (1952) de Sydney Salkow, "El paraíso del capitán" (1953), un film británico con el gran Alec Guinness de protagonista o "Los gavilanes del estrecho" (1953), obra del maestro Raoul Walsh.
Muchos de ellas, peliculas no excesivamente logradas pero sí agradables de contemplar por su riqueza "kitsch" perteneciente a una etapa llena de buenos técnicos y artesanos.
Su última gran película sería "Los diez mandamientos" (1956), dirigida por el colosalista director y productor Cecil B. DeMille, todo un clásico del cine bíblico.
A partir de finales del decenio encontró un filón con las series de televisión, especialmente con el papel protagonista en la histórica serie "La familia Munster" mientras se alejaba poco a poco de la pantalla grande.
Se casó con el actor Robert Morgan en 1955, con el cual coincidió en la película "Amores de un impostor" (1956). El matrimonio se rompería en 1968.
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